Por Mariangela Rodriguez Badel
Llevo varios años estudiando Psicología Positiva y me considero una apasionada del estudio de los temas de felicidad desde una perspectiva científica. Sin lugar a duda la felicidad es un tema que cada vez cobra más fuerza en diferentes contextos tanto privados como públicos. Ese realmente es el propósito de quienes trabajamos en este tema; que el conocimiento se expanda y toque cada vez a un mayor número de personas. Sin embargo adicionalmente a que se “vuelva popular” queremos que los mensajes que lleguen a la gente sean responsables y que realmente ayuden a que las personas se muevan hacia la construcción de vidas más felices. Cuando algo se “pone de moda” se corre el riesgo de malinterpretar o trivializar la información y de enviar mensajes que aunque se quieran transmitir con buena intención, pueden tener un efecto negativo en quienes los reciben.
A continuación describo cuatro de estos mensajes y de manera breve lo que yo considero debería ser un planteamiento realista que genere un impacto más positivo.
Cuando te dicen que para ser feliz solo tienes que decidirlo
A veces en redes sociales, medios de comunicación o conversaciones casuales se dicen cosas como: “ser feliz depende de ti”, “ve lo bonito de la vida y serás feliz”, “cambia tus pensamientos negativos y se optimista” o “quiérete a ti mism@”. Yo diría que esto no necesariamente es del todo incorrecto pero sí diría que no hay que mirarlo de una manera ligera o superficial. Cada persona construye diferentes significados alrededor del quererse a sí mism@, cada persona tiene diferentes circunstancias de vida que sortear; cambiar pensamientos negativos no implica lo mismo para todos, etc. Cuando estos mensajes se comunican de una manera ligera, la felicidad se muestra como una tarea fácil, que todo el mundo logra solo por el hecho de decidirlo. La búsqueda de la felicidad no puede volverse un “to-do” o una carga adicional que llevar en la vida. La felicidad es una vivencia individual que se construye a lo largo de la vida y no es solamente un objetivo lejano al final de un camino. A través de investigaciones, la Psicología Positiva ha demostrado diferentes elementos que pueden contribuir a la construcción de dicho camino.
Cuando la felicidad se muestra como “perfecta”
De alguna manera se ha llegado a entender que tratándose de felicidad, existe una visión absoluta y binaria del asunto: o se tiene o no se tiene. Este postulado implica que hay un solo estándar de felicidad establecido que no incluye experimentar emociones negativas, “malos días” o dificultades, y que para poder ser feliz es necesario eliminar estos elementos del balance general. Para mi, no hay nada más lejano de la realidad. La felicidad no es una emoción o una experiencia placentera que debe durar eternamente. Como dicen los expertos la felicidad es una combinación de experiencias placenteras y emociones positivas y un sentido claro de propósito en la vida. Esto no significa que no puedan hacer parte del balance general las crisis y las dificultades o que debamos ignorar circunstancias difíciles. Se puede tener dificultades y aún tener una percepción general de satisfacción con la vida. Los problemas también se pueden vivir de manera consciente. La felicidad perfecta no existe y asumirla de esta manera puede traer más daño que beneficio.
Cuando la felicidad se vive como una carrera
A veces la felicidad se experimenta como un objetivo o fin último, como un logro o algo que debemos alcanzar cuando lleguemos a un estado ideal. Una frase que podría describir esta manera de verlo es: “cuando tenga/suceda X voy a ser feliz”. Se ve la felicidad como algo externo, lejano y que debemos perseguir. Esta visión desconoce que la felicidad también es un proceso. Cuando no lo vemos de esta manera nada será suficiente y siempre querremos más para alcanzar el máximo nivel de felicidad posible. Esto no quiere decir que aspirar a metas o tener objetivos que nos van a hacer felices a largo plazo, no sea válido. Lo que quiere decir es que no debemos dejar de preguntarnos ¿qué acciones o hábitos de comportamiento o pensamiento puedo construir hoy? ¿cómo puedo vivir mas feliz HOY con mis circunstancias actuales, mientras camino hacia mis metas? ¡La felicidad no es una carrera! La invitación aquí es a volver la mirada hacia adentro y descubrir qué funciona para cada uno de nosotros.
Cuando nos obsesionamos con ser felices
Al ponerse el tema de la felicidad “de moda” y al mostrarlo como algo que DEBEMOS lograr, otro mensaje que se suele transmitir directa o indirectamente, es que es necesario estar constantemente monitoreando si somos felices o no. Según Sonya Lyubomirsky (investigadora en el campo de la Psicología Positiva), tener una muy alta motivación hacia la felicidad puede ser contraproducente. Si la idealizamos y tenemos una idea de perfección asociada a ella, construiremos una versión frágil y rígida de la misma; por consiguiente una altísima presión por conseguirla y mantenerla. Si nos monitoreamos demasiado creamos estándares demasiado altos que cumplir. Sí es un hecho que así como trabajamos nuestro cuerpo si lo queremos más saludable, también tenemos que trabajar en buscar maneras de aumentar nuestra felicidad; sin embargo esto no se debe confundir con que sea una obligación más, un proceso rígido y una búsqueda incansable hacia lo que se nos vende como ideal.
¿Quiere decir entonces que no vale la pena trabajar en ser más felices? ¡Definitivamente vale toda la pena! Pero buscar la felicidad de la manera como muchas veces se nos “vende”, si puede ser contraproducente. La felicidad no se consigue con una fórmula general y en 5 pasos rápidos. Es un proceso individual, único, consciente y diferente para cada persona. Por todo lo anterior quienes nos dedicamos a esto debemos ser responsables con los mensajes que ofrecemos y las personas ser consumidores críticos del conocimiento que al respecto busquen.
Mariangela Rodriguez Badel
Psicóloga especializada en Psicología Positiva y Coach en Psicología Positiva
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