Escrito por Paulina Camarena
Hoy en día existen varios movimientos orientados hacia el replanteamiento sobre la manera tradicional de hacer negocios. Hace 50 años Milton Friedman, premio Nobel de economía, consideraba que la única responsabilidad de los negocios era generar utilidades. Generar rendimiento para los accionistas a costa de todo.
Hoy en día hemos aprendido que el sólo pensar en rendimiento “ a costa de todo”, está precisamente siendo una especie de “autodestrucción” a través de la cual nos estamos acabando el mundo de las siguientes generaciones y en el transcurso, haciéndonos mucho daño como humanidad.
Existen diversos movimientos y uno de ellos es lo que Guillermo Jaime, fundador de Mejoramiento Integral Asistido (MIA), define como Capitalismo Social:
“Las ideas rentables que permitan una mejor distribución de la riqueza […] implica conectar la riqueza con la pobreza a través de proyectos que activen la economía en la base de la pirámide o que contribuyan a una mejora en la calidad de vida de una comunidad” (2017, p.27).
Su visión es similar a los autores de The Business Solution to Poverty, Paul Polak y Mal Warwick, quienes idearon zero-based design, un modelo que crea productos y servicios a partir de lo que la comunidad sugiere, pero manteniendo tres principios básicos: Si no entiendes el problema que quieres resolver, si tu producto o servicio no incrementa significativamente el ingreso de la población y si no puedes vender 100 millones de productos, no te molestes en hacerlos.
Un ejemplo de este tipo de modelo de negocio es Embrace Premature-Infant Warmer, quienes diseñaron un tipo de incubadora portátil a muy bajo costo. Hoy por hoy, han vendido más de 200,000 dispositivos en comunidades de bajos recursos en 20 países, incluyendo México.
Esto me lleva a otro movimiento; capitalismo consciente, este tiene en cuenta la intención con la que una persona abre un negocio. El capitalismo consciente considera que no se trata de que te vaya bien haciendo el bien, como se plantea en el emprendimiento social, sino que un negocio es un paradigma en evolución.
De acuerdo a este movimiento, una empresa tiene propósitos más altos: integración de accionistas, liderazgo y cultura conscientes, administración, etc. Esta visión considera que el valor para los accionistas es lo más importante y que no se necesita hacer algo “especial” para ser socialmente responsable, ya que esto es intrínseco para el éxito del negocio, está en su centro, en su razón de ser.
En futuros posts estaré hablando de otras maneras de hacer negocio fuera de lo tradicional o “business as usual” y las ventajas que tiene serlo.
Paulina Camarena es consultora en responsabilidad social, sostenibilidad corporativa y fortalecimiento de organismos de la sociedad civil. En FAIRFLY Consulting desarrollamos estrategias de Responsabilidad Social para negocios de todos los tamaños e industrias y gestionamos el distintivo como Empresa Socialmente Responsable, así como la certificación como Empresa B.
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Referencias
Jaime, G. (2017). Capitalismo Social. La conexión entre la riqueza y la base de la pirámide. México. Formato e-pub: Porrúa Print.