
Por: Silvana Becerra Tavano
La sustentabilidad se ha vuelto un trend muy fuerte y hay muchas marcas que están alineando sus productos para ser más amigables con el planeta. Tristemente, también hay muchas empresas que solamente están haciendo parecer que cumplen con estas prácticas maquillando sus procesos.
Esto se conoce como Green Washing, pues las marcas saben que cada vez son más los consumidores exigiendo prácticas responsables y para atraerlos, les es más fácil cubrirse que cambiar de raíz.
Justamente de eso se trata el desarrollo sostenible, de tener un equilibrio con el planeta, las personas y sus ganancias. Por fortuna, cada vez se escucha hablar con más frecuencia sobre productos que están generando ingresos mientras cuidan el ambiente y cumplen con su responsabilidad social.
En Ectagono, hemos desarrollado el programa de Empresas con Propósito, mediante el cual vinculamos a tu marca con causas socioambientales y te ayudamos a generar una estrategia de awareness para incentivar tus ventas y tener un impacto positivo.
¿Sabes cómo reconocer las marcas conscientes?
Sabemos que puede ser difícil evitar caer en las trampas de la mercadotecnia y comprar una marca que no es sustentable. Por fortuna, Ectagono ha reunido estos tips para que la próxima vez que vayas a comprar algo, puedas reconocer si la marca es sustentable o no, y así puedas tomar una decisión bien informada.
1. Busca la historia detrás de la marca: Generalmente las empresas que son sustentables llevan esto en el corazón, por lo que crearon su producto con base en una historia. En su página web o en sus redes sociales puedes encontrar su propósito, su visión y la historia de su creación, por lo que muchas veces puedes descubrir más sobre sus valores, manifiesto y el equipo detrás del producto.
2. Investiga sobre las personas que fundaron la empresa: Ellas son la base sobre la que se construye una empresa, por lo que si sabes cómo son esas personas, podrás conocer un poco más sobre los valores y el impacto que la empresa tiene a su alrededor.
3. Infórmate: En línea con los dos puntos anteriores, es muy importante que como consumidor sepas más sobre los productos que compras y las marcas que sigues. Saber de dónde provienen sus insumos, en dónde se producen, si apoyan a alguna causa, si generan y fomentan alianzas locales, si trabajan con algún sector de la sociedad o los países en los que tienen presencia, te puede decir mucho sobre su nivel de sustentabilidad.
4. Fíjate en su empaque: Puede que en la etiqueta diga que es un producto sustentable, sin embargo si viene en un envase de plástico, con una tapita de color, en un paquete cubierto por una bolsa y con otra etiqueta encima… de nada servirá que su contenido sea “ecológico” pues los residuos generados por lo demás será suficiente para tacharlos de la lista. Por otro lado, leer la lista de ingredientes también es una buena práctica, pues si detectas palabras que no reconoces fácilmente, significa que no son naturales.
5. Revisa las palabras que usan: Eco, Green, natural, biodegradable o compostable, son palabras que se usan de manera frecuente pero que muchas veces no significa nada. Son palabras que se usan para hacer marketing y publicidad.
Que un producto sea etiquetado como eco, Green o natural, no quiere decir que no contamine. Por otro lado, puede que un producto sea biodegradable, pero nunca te dicen qué condiciones se necesitan para que ese producto pueda ser degradado de manera natural, ni en cuanto tiempo.
Lo mismo sucede con lo que dice ser “compostable”, pues puede suceder que sólo un componente de ese producto se pueda hacer composta, pero quizás el empaque no. Para que un producto realmente sea sustentable, tiene que tener coherencia en todas sus partes.
6. Busca precios justos: Cuando algo es muy barato es porque se tuvieron que recortar costos de algún lugar. Tristemente, esto significa que la producción se hizo en condiciones precarias, que los sueldos de las personas que trabajaron en esto fueron escasos o que la materia prima se consiguió de manera ilícita pues no se pagaron los permisos necesarios. Pueden ser varias las razones pero si comparas los precios y reconoces el valor de cada producto, te será fácil identificarlos.
7. Prefiere marcas producidas de manera local: Si tu pedido recorrió la mitad del mundo para llegar hasta ti, no es sustentable. Además, al comprar productos hechos en el país, también estás apoyando la economía y por ende, ayudas a que a todos nos vaya mejor. Busca que los productos usen ingredientes de la zona o el país, y que su producción sea en el mismo lugar.
Si quieres saber más sobre Ectagono y cómo unirte a su programa de Empresas con Propósito escribe a silvana.becerra@ectagono.com
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Silvana Becerra Tavano es Coordinadora de Contenido con Propósito y Estrategias Digitales de Ectagono.